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CURSOS DE VERANO: STORYBOARD [ENTREVISTA CON ISRAEL L. ESCUDERO]

Terminan los calendarios lectivos y llega el merecido descanso: vacaciones, calorcito, un buen cómic a la sombra… o no. ¡Porque también está la opción de seguir formándose durante el verano! Y en eso, la Joso lleva años poniéndolo fácil con sus cursos de verano, los cuales vamos a presentar a lo largo de estos días para que os hagáis una idea de lo que os ofrece la escuela para el mes de Julio.

Empezamos con el curso de Storyboard, en el que, de la mano del director, montador, guionista y profesor de la Joso y de la ESCAC, Israel L. Escudero, aprenderéis todo lo necesario y más para introduciros y trabajar en el mundo del storyboard para producciones audiovisuales, una salida laboral en alza ante la dureza del mundo editorial.

Pero, quién mejor que el propio Israel para explicarnos en qué consiste el curso, así que aquí tenéis la entrevista que os desvelará todas las claves de éste:

David: Antes de nada, para los neófitos en el tema: ¿Qué es un storyboard?

Israel: Un storyboard son una serie de viñetas que se dibujan antes de rodar una producción audiovisual, bien sea cine, serie de televisión, publicidad, corto, etc. Y he dicho rodar, pero puede ser animar, ya que también se usan en animación. La idea es poder visualizar esos planos sobre papel (o sobre la pantalla de un ordenador) y ver si todo funciona como queremos. De esta forma, antes de empezar a rodar o a animar, ya nos hacemos una idea de cómo va a ser nuestra película.

D.: Los dibujantes de cómic o quien haya hecho sus pinitos en el medio también hacen storyboards para sus páginas; ¿Qué diferencias hay entre estos y los destinados al ámbito audiovisual y, sobre todo, con qué dificultades pueden encontrarse a la hora de realizarlos?

I.: Para empezar, aunque la palabra es la misma, el concepto es totalmente diferente. Los storyboards de cómic son bocetos para preparar la página que vamos a dibujar, mientras que los storyboards audiovisuales, que son los que trataremos en nuestro curso, son planos que se van a rodar o a animar.

Cuando haces el storyboard para tu página de cómic planteas, precisamente, la página. Las viñetas van colocadas de forma que entre ellas forman una harmonía dentro de la página y que contribuye a la lectura, haciéndola más rápida, lenta, etc. Eso en audiovisual no se puede hacer: el espectador ve una viñeta cada vez, no una composición completa.

Aparte, aunque a priori la forma de narrar se parece bastante en cómic y en audiovisual, y puede parecernos que funcionan igual, no es así. Esto puede suponer un problema para gente que ha hecho mucho cómic: por ejemplo, al poner planos juntos que sobre el papel funcionarían muy bien, descubrimos que en cine nos hemos saltado el eje o que estamos repitiendo un tipo de escala o de encuadre, etc. Y eso hay que tenerlo muy en cuenta.

D.: Y luego los clientes; imagino que trabajar para un publicista o director debe ser muy distinto a trabajar para un editor de cómics.

I.: Totalmente. De hecho, creo que para ser un buen dibujante de storyboards son necesarios tres requisitos:

Primero, saber dibujar. Y si tienes cierta velocidad o soltura, mejor que mejor. No es que sea imprescindible, pero en medios como la publicidad ayuda mucho.

Por otro lado, tener conocimientos técnicos de lo que es la parte audiovisual: movimientos de cámara, distintos tipos de planos, ciertos recursos del montaje… en definitiva, cosas que ayudan a entender la narrativa audiovisual.

Y, por último, una cosa que es súper importante y que en muchas producciones es lo que más se valora, es entender cómo funcionan. Saber cuál es tu labor como dibujante de storyboards dentro de una producción audiovisual, además conocer la diferencia entre las diferentes producciones; no se trabaja igual en publicidad que en televisión, ni tampoco en cine de imagen real o en animación. Así, cuando entras en una productora, no solamente te piden que entiendas toda la jerga cinematográfica, sino que sepas integrarte en un equipo y sepas entender muy bien todo el tema de plazos, dinámica, trabajo en grupo, etc.

Y es que en un cómic trabajan, como mucho, entre dibujante, entintador, colorista y guionista, cuatro o cinco personas, pero en una producción audiovisual el equipo es mucho más numeroso, y aunque no tengas que trabajar con todos los que componen la producción, tienes que saber formar parte de ese equipo.

D.: ¿En el aspecto económico y laboral, cómo está el panorama en el mundo del storyboard? Especialmente en comparación con el del cómic, donde, en ocasiones, es bastante difícil encontrar oportunidades, ya no hablemos de las bien remuneradas.

I.: Ahora está mejor que hace unos años. Con la crisis que todavía estamos sufriendo dejó de producirse mucho audiovisual; no solo largometrajes, sino sobre todo publicidad, el medio donde más gratificante (económicamente) es ganarse la vida haciendo storyboards. Sin embargo, desde hace un par de años está habiendo un repunte y cada vez se está produciendo más publicidad y producciones tanto en Barcelona como en Cataluña y el resto del estado.

Además, se suma el hecho de que se están planteando producciones cada vez más ambiciosas, tanto en cine, televisión y publicidad: hace diez, quince años, una serie de televisión consistía en tres o cuatro personajes hablando, soltando chistes y gags, para lo que no era necesario un storyboard; ahora, sin embargo, se hacen series ambientadas en otras épocas, con elementos de acción, incluso con efectos especiales. Y me refiero a series de aquí, no a estadounidenses. Esta clase de producciones necesitan dibujantes de story, y no solo uno, sino en ocasiones, varios.

Lo mismo sucede con el cine: hace veinte años no solían usar storyboards en las películas españolas, salvo excepciones como Álex de la Iglesia, ya que no lo tomaban como una herramienta seria o necesaria. Sin embargo, hoy en día es un elemento indispensable, ya que en la inmensa mayoría de ocasiones, la productora va a exigir un storyboard antes siquiera de empezar a valorar el proyecto, y esto supone nuevas oportunidades de trabajo.

También hay un elemento peculiar: las productoras que trabajan con uno o dos dibujantes y están contentas con sus resultados (cumplen los plazos, son eficientes, etc.), siempre van a llamar a esos dibujantes. Así, cuando intentas entrar en ese circuito, puede costarte de buenas a primeras porque ya cuentan con unos habituales, pero al mismo tiempo, una vez lo logras y cumples, vas a tener un flujo de trabajo constante y asegurado.

D.: Trabajo bien remunerado, además.

I.: Especialmente en publicidad, donde mejor remunerado está. También en la animación, no solo porque cada vez hay más proyectos de ese tipo, sino porque mientras en una producción de imagen real la cantidad de storyboards que se hacen no son demasiados ni tampoco suelen requerir excesiva elaboración, en la animación es todo lo contrario: se realizan muchos storyboards y, sobre todo, muy detallados y de absolutamente todos los planos, por lo que no hablamos de un trabajo puntual sino de algo que nos va a garantizar semanas de trabajo.

D.: Habiendo hecho una buena introducción y repaso a lo que es un storyboard y sus salidas laborales, ¿En qué va a consistir el curso intensivo de verano?

I.: En el curso entrará toda la materia que doy a lo largo del año en la asignatura de Storyboard en el curso de Art Gràfic, e incluso algo más. Lo que se pretende es enseñar todas las particularidades del story audiovisual: conocer toda la parte técnica y teórica de la narrativa audiovisual, que a priori puede sonar un poco coñazo, pero en realidad no lo es, ya que en la mayoría de los casos son cosas que hemos visto un millón de veces pero en realidad no sabemos cómo se llaman esos planos, para qué sirven o por qué se usan, por qué tal director planifica el rodaje de esta u otra manera, toda la jerga técnica, etc.

También conoceremos la dinámica de trabajo en los distintos tipos de producciones audiovisuales: publicidad, largometrajes, cortometrajes, series de imagen real o de animación, videojuegos, videoclips… en fin, cualquier producción que requiera storyboard.

En definitiva, la idea es que el alumno, cuando salga del curso, si entra al día siguiente a trabajar en una productora sabrá cuál es su lugar allí, con quién tiene que tratar y qué tiene que hacer, y a la hora de tratar con el director o cualquier persona del equipo, sepa de qué le están hablando y qué le piden exactamente.

Lo que no se va a enseñar, eso sí, es aprender a dibujar.

Ejemplos de storyboards realizados por alumnos de l’Escola Joso: Carol Garrido y Ernesto Gomis (izquierda) y Marcel Pérez (derecha).

D.: Sí, está bien aclarar esto, ¿Porque a qué clase de público crees que va dirigido este curso y a cuál no?

I.: Va dirigido a gente que sabe o le gusta dibujar, con formación en cómic o ilustración, y que le interesa entrar en el mundo del audiovisual bien porque le gusta o porque desea abrir nuevos horizontes laborales pero no posee determinados conocimientos. Y es que puedes ser un dibujante maravilloso, pero si te sientan al lado de un director y éste te empieza a hablar de un «dolly out» o de un «movimiento con crane» no vas a saber qué te está pidiendo.

Aunque también son bienvenidos alumnos que ya han hecho la asignatura de storyboard, pero como el mundo del audiovisual les llama mucho la atención, buscan un plus a lo que han aprendido a lo largo del año.

¿Para quién no estaría pensado? Creo que el único perfil de artista gráfico que quizás no sería idóneo para el storyboard es el del ilustrador que concibe cada ilustración como una obra aislada en la que invierte muchas horas de trabajo. El storyboard es un medio más dinámico y rápido y, ya no hablemos del storyboard publicitario, que en ocasiones tienes que tenerlo listo en una tarde, por lo que la rapidez es esencial, así que no creo que se encontrase del todo cómodo con esta dinámica de trabajo.

D.: ¿Entonces podemos decir que el curso es ideal para todos aquellos a quienes les gusta dibujar y, sobre todo, se les da bien narrar?

I.: Exacto. Lo de narrar es importante, si bien hay directores que marcan mucho el tipo de plano que quieren que dibujes, hay otros que dan mucha libertad al dibujante. De hecho hay ciertas producciones, como algunas series de animación, donde quien planifica (es decir, quien escoge los planos que luego se verán en pantalla) es directamente el dibujante de storyboard. Todo depende de su habilidad para narrar y de su conocimiento del lenguaje audiovisual

Uno de los anuncios publicitarios montados por Israel L. Escudero

D.: Para terminar, ¿Qué le dirías a todos aquellos lectores que están pensando realizar el curso para que se animen a dar el paso?

I.: Haría hincapié en las dos razones que he dado anteriormente en referencia a hacia qué tipo de alumnos está destinado este curso.

Los que nos dedicamos al mundo del audiovisual en ocasiones no somos conscientes de la cantidad de aspectos que el público en general desconoce sobre la planificación, la pre-producción y rodaje de cualquier audiovisual, y en clase, cuando explico algunas cosas sobre el tema, descubro la cara de sorpresa de los alumnos que están enterándose por primera vez de cosas que yo daba por hechas, pero que les fascinan e interesan, ya que de por sí les gustaba el mundo del cine y tienen curiosidad por saber cómo se hace.

Obviamente no voy a poder hablar de todos los aspectos y procesos del audiovisual, pero sí de muchos, como fotografía, montaje, dirección e, incluso, guión, por lo que a todo aquel al que le agrade o interese este mundillo, que se anime.

Por otro lado, si hay alguien que quiera ganarse la vida como dibujante, pero vea que con el cómic, ilustraciones o diseños puntuales no llega a final de mes, que amplíe el abanico de oportunidades laborales con el storyboard.

De hecho, conozco varios casos de artistas que se ganan la vida con el storyboard pero ellos lo que realmente quieren hacer es cómic, por lo que mientras pagan el alquiler con los storyboards, van preparando sus proyectos personales para intentar que lleguen a buen puerto. O el que disfruta pintando cuadros pero subsiste haciendo storyboards y puede permitirse dar rienda suelta a su afición pictórica en su tiempo libre.

Así que es una buena opción laboral, sin duda.

D.: Y qué mejor para dominarla que con alguien curtido en este mundillo, como tú. ¡Muchas gracias por la entrevista y mucha suerte con el curso, Israel!

Para más detalles, dudas o inscripciones, no dudes en llamar al teléfono 93 490 21 20, escribir a info@escolajoso.com, o pasarte por l’Escola Joso, en la calle Entença, 163, de lunes a viernes de 9:30 a 13:30 y de 16:30 a 20:30 horas, que estaremos encantados de atenderte sin compromiso alguno.

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