Desde este blog intentamos acercar la escuela a vuestras pantallas, y con ello todo el universo de la Joso: sus profesores, ex alumnos, cursos y, bueno, ya iba siendo hora de que diéramos voz en exclusiva a lo que realmente nos da vida y nombre: los alumnos.
Porque con ésta inauguramos una serie de entrevistas a alumnos en curso de l’Escola Joso. Alumnos de cualquier curso, edad o nivel: pues todos nos importan y todos tienen algo que decir y mostrar, y no poco interesante.
El encargado de dar el pistoletazo de salida es Fran Mariscal, un alumno de cuarto de Art Gràfic, procedente de Jerez de la Frontera y que lleva con nosotros año y medio, ya que debido a sus dotes con el lápiz entró directamente en tercero, algo bastante insólito pero, creednos, en este caso más que justificado.
Ahora, a medio año de acabar el principal curso de la Joso, nos responderá quién es, qué hace, qué le gustaría hacer y cómo ve toda su trayectoria hasta el momento. Y tomad nota, porque estamos más que convencidos de que no será la última vez que leáis sobre Fran Mariscal.
¡Buenas, Fran! Antes de la Joso, has pasado por la Escuela de Bellas Artes de Jerez de la Frontera. ¿Previamente has realizado otros estudios relacionados con el dibujo?
Bueno, de momento Jerez no tiene Facultad de Bellas Artes,aunque sí una Escuela de Artes y Oficios donde cursé Bachillerato Artístico. Fueron años que recuerdo con cariño. Mi llegada a la Escuela de Artes supuso un cambio radical en mi vida, me sentía como Harry Potter entrando en Hogwarts.
Previamente no había realizado otros estudios relacionados con el dibujo, pero sí es cierto que tenía a mi lado desde los 7-8 años a Alberto Belmonte, un amigo de la familia que empezó a dar clases en Jerez. No me soltó hasta hace un par de años, cuando llegué a la Joso. Él ha sido mi “Follet Tortuga”, y le debo muchísimo…
¿Y cómo das el salto a la Joso, en la otra punta de la Península?
No fue sencillo. Yo lo tenía muy claro debido a las insistencias de Belmonte y de un amigo en común, un antiguo estudiante de la Escuela de Artes y ex alumno de la Joso, David Garrido.
Lo complicado fue convencer a mis progenitores. Ellos y muchos profesores querían que hiciese la carrera de Bellas Artes en Granada. Creo que el cambio de chip fue cuando hablaron con diferentes profesionales del mundillo y les recomendaron la Escuela.
Llevas año y medio en el curso de Art Gràfic. ¿Cuál es la impresión hasta el momento?
Solo he podido cursar uno y medio, ya que tras realizar un examen, Josep Maria Polls, el jefe de estudios, me puso directamente en tercero de Art Grafic. Ahora estoy cursando cuarto y todo va muy rápido. Me habría gustado estar más tiempo en la escuela…No descarto hacer algún curso de otra cosa.
¿Y ante la inminente finalización de los estudios?
Mi intención es quedarme en Barcelona, ya que es la ciudad de la península donde más atención se le presta al noveno arte. Si no encuentro curro aquí, lo voy a tener muy complicado…
Ahora ando con varios proyectos a los que debo meterle caña, presentar en editoriales, en eventos ¡Lo de siempre! Pero es complicado, mucha competencia, mucho talento, muchos profesionales y yo estoy muy verde todavía… Tiempo al tiempo y esfuerzo al esfuerzo.
Sea como sea, se te ve sobradamente preparado, para ello solo es necesario echar un vistazo a algunos de los dibujos que cuelgas en tu página de Facebook, con un estilo muy personal y llamativo. ¿Cuáles han sido tus principales influencias?
Podríamos estar discutiendo un buen rato lo de “sobradamente preparado”, como dije antes estoy muy verde, me queda mucho por mejorar.
Mis principales influencias creo que se notan a saco. Trato de no nutrirme solo de autores del mundo del cómic, sino también de pintores o ilustradores. Algunos de ellos podrían ser Egon Schiele, Gustav Klimt, Francisco de Goya, Bob Peak o Drew Struzan.
Luego claramente los que más se hacen notar en mi trabajo son los del mundo de la historieta, como Bill Sienkiewicz, Dave Mckean, Gabriel Hernandez Walta, Jon J. Muth, Kent Williams, Teddy Kristiansen, Mike Mignola, Frank Miller, Bruce Timm… Pero no solo esos, también adoro el trabajo de Bernie Wrightson, Alan Davis o John Byrne. (Y los que no habré mencionado…)
¿Qué técnicas sueles usar y cuáles son tus favoritas? ¿Digital o tradicional?
Uso técnica mixta. Mis amigos se ríen mucho cuando saco mis estuches con materiales…¡La mayoría gastados! O mis hojas de papel reciclado o de color. Uso mucho collage, guardo recortes de todo tipo que me puedan servir, rotuladores de Ikea, corrector blanco, copics, Poscas, hasta lejía he llegado a usar…
El color digital lo disfruto mucho, pero me falta mancharme las manos. Me doy cuenta de que tardo menos haciendo las cosas de manera tradicional que en digital, en parte debido a que trataba de buscar en digital un resultado lo más “analógico” posible, una perdida de tiempo vamos. Así que, si, soy más del tradicional.
¿Y de lo aprendido hasta la fecha en la escuela, qué es lo que más te ha servido en tu día a día como dibujante?
No sabría decirte. Creo que cada profesor, en cada clase da alguna lección fundamental para crecer como dibujante y como profesional. Se trata de reflexionar, analizar lo que te dicen y lo que te dicen entre líneas.
Una anécdota tonta de regalo: llegué a perder el trabajo de color digital cuando me daba clases Jaime Martín, lo perdí formateando el USB incorrecto, un despiste. Jaime desde el primer día nos advertía de que los guardásemos en discos duros, en el ordenador, en la nube o donde fuese (yo ni caso, claro). Total que fui con carita de cordero degollado y le expliqué lo sucedido. Él había revisado ya el trabajo, consistente en colorear unas páginas y pensé que me lo perdonaría… Me dijo “tienes una semana para repetirlas” e insistía…”Con lo bien que te estaban quedando…”. Y yo allí con cara de Kill me please, al final me quedaron hasta mejor, y me felicitó. Ahora guardo siempre varias copias de mis trabajos.
No son pocos los profesores que te han dado clase; ¿Algún recuerdo en especial de alguno de ellos?
Muchos, pero insisto, los mejores los he tenido con Jaime Martín. Mis colegas de clase bromeaban diciendo que me había ganado su corazoncito. Tenía muy buen rollo con él, cuando se despistaba le ponía fondos de pantalla de Windows 95 o de “Vapor Wave” en la Cintiq, conseguía sacarle alguna sonrisa je je. Con Israel L. Escudero igual, me ganó desde el primer día, pendiente tengo con él algún que otro proyecto ultra-secreto… Sus clases eran muy entretenidas y las añoro mucho, soy un cinéfilo y aquella asignatura me motivaba mucho. No se, podría hablar de Roger Ibáñez, Sagar, J.Luís Losilla…Pero no voy a dar más la chapa.
Si pudieras retroceder en el tiempo y volver año y medio atrás, ¿Qué consejo le darías al Fran de aquel entonces?
Si pudiera retroceder en el tiempo, fijo que la cagaría, y trataría de avisarme de no cagarla y la volvería a cagar y crearía bucles y paradojas temporales.
Mirando hacia el futuro; ¿En qué campo te gustaría trabajar? ¿Ilustración, cómic, animación?
Siempre he tenido claro que quería hacer cómics. Descubrí los cómics con dos o tres años, y cuando supe que existía una profesión que consistía en dibujar a Spiderman o Batman lo vi claro.
Me gustan especialmente las ilustraciones infantiles, y también me fascina la animación, pero no me llenan tanto como lo hace el cómic.
¿Algún plan de acción o irás improvisando sobre la marcha?
Suelo ser de improvisar, pero hay ocasiones en las que planifico la jugada con antelación, por necesidad, no puedo decir mucho más al respecto.
De momento ya has tenido entrevistas y mostrado páginas a editores internacionales en el último Salón del Cómic de Barcelona. ¿Cómo fue la experiencia? ¿Tienes pensado volver a intentarlo?
Fue muy gratificante, y muy improvisada. Mi padre, como buen friki quería venir al Salón del Cómic de Barcelona, y le comenté que venían varios editores de USA y algún que otro francés. El sueño de mi padre era ser dibujante de cómics, pero mis abuelos no lo vieron claro, así que yo soy su Skywalker.
Aunque me negaba a hacer páginas y echarlas al buzón de Marvel, al final me piqué con él, y me marqué una pauta de hacer una página al día (lápiz, tinta y color) y que presentaría un total de 4 o 5, todo para darle el capricho a mi padre y demostrarle que no me harían caso. A pocos días del salón vi en la web de Ficomic que los que venían eran editores de DC ¡Epic Fail! Mis páginas de Daredevil no me servían, decidí hacer un par de páginas y varías ilustraciones sobre Batman, locura total.
Eché el dossier y me llamaron. Mi padre había ganado, y yo no me lo podía creer.
Una vez dentro pude chapurrear con la editora de DC, Kristy Quinn, y aproveché y le mostré las páginas de Daredevil y otros trabajos. Me propuso realizar 3 páginas con un guión yankee y que le mandase varias de las ilustraciones de Batman.
Llegó a ser una odisea traducir, hacer las páginas, rectificar, mandar vía email.
Fue una buena experiencia, todo quedó ahí, supongo que no convencí a sus superiores…Deseadme suerte para este año, lo volveré a intentar con todas mis fuerzas.
¿Y qué experiencias laborales has tenido hasta el día de hoy? ¿Algún chasco o han sido positivas en su mayoría?
Muy pocas, por no decir ninguna. Trabajé como ilustrador con unos conocidos de la familia en una empresa, algún que otro encargo… Estoy deseando tener experiencias que contar.
Aparte de tu afición por los superhéroes, ¿Tienes en mente algún proyecto de cómic de autor?
Si, pero soy un nefasto guionista. Tengo los personajes, la atmósfera, la idea de la historia… De momento está aparcado. Ojalá en un tiempo lo retome y tenga más claro el guión para poder avanzar.
¿Te gustaría seguir en Barcelona, probar suerte en el extranjero o regresar a Jerez?
Trataré de quedarme, a no ser que me salga alguna oferta de irme al extranjero. Me gustaría vivir una temporada en Londres o New York y ver rascacielos con mis propios ojos.
Jerez es mi ciudad natal, pero no la añoro en absoluto. Lo único que me mantiene unido a ella es mi familia y mis amigos, pero no me acostumbro cuando vuelvo allí por navidades o verano, sin metro, sin tiendas de cómics, sin diversidad…
Hablando ya no solo de Jerez, sino de la provincia de Cádiz al completo. Llama la atención que la mayoría de estudiantes andaluces que han pasado por la escuela sean de esa provincia. ¿Ha sido casualidad o hay especial afición por el cómic y la ilustración en esa zona, respecto al resto de Andalucía?
Bueno, tengo entendido que donde más afición hay es en Granada. Hace varios años pude ir al Salón del Cómic e hice mis primeros pinitos… Conseguí una entrevista con cazatalentos de Marvel y de Ankama, Audrey Bonnemaison se llamaba la mujer, pero yo era un crío.
En Sevilla también hay varios eventos muy molones como el de Carmona en Viñetas, que me dio un poco de fama gracias al cartel que realicé.
Pero por lo general no se hace mucho, y cuando se celebran eventos suelen ser sobre manga, no apuestan por nada más allá de eso o videojuegos, no es como en Barcelona, por eso todos acabamos aquí.
¿Recomendarías la Joso a las nuevas generaciones de amantes del cómic que quieran dedicarse profesionalmente a ello?
¡Pues claro! Es la escuela idónea. A no ser que seas millonario y te puedas permitir ir a la Joe Kubert o que seas de Lyon y quieras ir a la Émile Cohl, pero siendo realistas la Joso es una escuela con mucha diversidad de cursos y con muchos profesionales dentro. Preparan bastante bien y ofrecen oportunidades muy buenas. Seguro que me iré con un buen sabor de boca.
¿Y si pudieras darles solo un consejo, cuál sería?
A las nuevas generaciones les diría “sed fieles a vosotros mismos”
¿Qué tres cómics te llevarías a una isla desierta?
Uff, muy jodido lo tengo. Se con certeza que me llevaría mi primer cómic: “Las historias jamás contadas de Spiderman Nº 22” (No sabes lo difícil que era encontrar en 1999 un tebeo de spidey por Jerez)
Seguramente me llevaría el Elektra Asesina y luego el Arkham Asylum.
Aunque si son para una isla desierta, quizás me lleve algunos que no me molen tanto y hago una fogata.
¿Y si tuvieras que aprender de un solo dibujante, con cuál te quedas?
Hoy por hoy, Bill Sienkiewicz… Pero es una pregunta imposible, porque de todos los grandes se puede aprender, y de cada uno se aprende algo diferente.