A falta de videos, os traemos las crónicas de algunas de las charlas y clases magistrales más destacadas de entre todas las que l’Escola Joso ha ofrecido en este 34º Salón del Cómic, y puesto que recientemente entrevistamos a Ibán Coello con motivo de su exposición en la Escuela, nos centraremos en la masterclass charla que otro artistazo, en este caso del guión, dio en el mismo espacio un día después. Hablamos, cómo no, de uno de los más grandes escritores de cómic de la actualidad: Brian Azzarello.
Y sí, fue una charla y no una clase magistral, ya que el hermano perdido de Francis Portela decidió que, en lugar de soltar un discurso acerca de su metodología y carrera, iba a sentarse en la mesa e ir respondiendo a las preguntas que le lanzasen los presentes. ¡A esto se le llama coger el toro por los cuernos!
Pues bien, guiñémosle el ojo a Azzarello y recurramos a dos ex alumnos de l’Escola Joso, actualmente dibujantes profesionales, y que asistieron a su charla, para preguntarles sobre ella, y en base a sus respuestas construiremos la crónica. Ellos son Ernesto Gomis y Joan Redondo:
David: Bueno, contadme muchachos, ¿Cómo ha sido la charla de Brian Azzarello?
Joan Redondo: ¡Curiosa! Azzarello nada más empezar ha decidido abrir una ronda de preguntas y, en base a ellas, realizar toda la charla. Literalmente ha dicho «en lugar de explicaros cosas que no os interesan, mejor me preguntáis y yo os contesto, que soy como una roca y podéis lanzarme lo que queráis.
Ernesto Gomis: Exacto, y a partir de ahí la mayoría de preguntas han sido sobre su proceso de escritura y similares. Azzarello ha sido bastante escueto en las respuestas, imagino para propiciar un mayor número de intervenciones. Básicamente, decía que todo lo que escribía era muy visceral. En general ha estado muy dispuesto a hablar con todo el mundo, así que ha acabado resultando muy dinámico y enriquecedor.
D.: ¿Y qué tipo de preguntas le han hecho? ¿Os habéis quedado con algunas?
J. R.: Sí, algunas de las preguntas que más me han interesado son las relativas a su opinión sobre las adaptaciones al cine de cómics de superhéroes; siendo la mejor considerada por él la adaptación animada de la Broma Asesina para la que él mismo escribió el guión. También sobre su proceso creativo y las formulas que usaba; a lo que ha respondido que él era más visceral y orgánico, que evitaba las fórmulas o métodos, que eran más propias para hacer un pastel o para ser ingeniero, no creativo. Respecto a esto último, también han comentado que debido a ese estilo tan visceral, muchos de sus personajes secundarios acababan desarrollándose y teniendo mayor relevancia en la obra, tanto que podrían generar spin offs. ¿Ante esa posibilidad, prefería matarlos o darles vida fuera de la serie? ¡Pues respondió que matarlos! Que precisamente, una vez bien desarrollados, al acabar con ellos creaba angustia en el lector.
Por otro lado, cuando le han preguntado por su actual relación laboral con Frank Miller, no ha tenido reparos en reconocer que ha aprendido y está aprendiendo muchísimo de él. De hecho, considera que de entre todos los profesionales con los que ha trabajado Miller es con el que más ha aprendido, salvo, quizás, con Scott Snyder, de quien revisó los diálogos. Con El Caballero Oscuro III, están combinando la costumbre de Miller de grandes momentos y juntarlos todos y el efecto dominó de Azzarello, que va dejando pistas o migajas a lo largo de la narración de tal modo que al final el lector se sorprenda con un «¡Ahh, cómo no me he dado cuenta antes de esto!»
E. G.: Respecto a lo de las adaptaciones cinematográficas, también le han preguntado acerca de la repercusión de estas adaptaciones sobre el mundo del cómic, y la respuesta no ha estado nada mal: si antaño no era posible, por falta de recursos y efectos especiales lograr un resultado tan espectacular como el del cómic original, ahora han cambiado las tornas y encontramos que el cine es muchísimo más espectacular que las viñetas. A Azzarello esto le parece positivo en tanto en cuanto espera que de este modo los autores de cómic se vean empujados a mejorar sus historias y guiones, ya que en ese aspecto pueden competir con el cine, y no tanto en espectacularidad.
También me ha llamado la atención cómo respondía a las insistentes cuestiones sobre su metodología de creación de guiones; constantemente eludía tener alguna técnica preestablecida. De hecho, ha quedado bastante claro que lo que no le gusta es cuando en ciertos momentos de una obra te das cuenta de que justo ahí el guionista ha decidido tirar por lo canónico, por lo que Azzarello huye de ello y prefiere ser más visceral e imprevisible.
D.: ¿Satisfechos con la charla o preferíais algo más tradicional?
J. R.: Me ha gustado mucho, ya que ha sido bastante escueta pero muy concisa, ya que ha ido directamente a responder las preguntas que más interesaban a la audiencia. Además, era un tipo muy relajado y majo, por lo que parecía una charla entre conocidos.
E. G.: ¡Sí, aunque esté muy manida la palabra, Azzarello ha resultado ser muy campechano y agradable!
Como veis, en esta clase de eventos no toda comunicación debe ser unidireccional, del profesional al auditorio, sino que en casos como éste el conferenciante decide dar la vara de mando a los asistentes, satisfacer directamente cualquier duda y que sean ellos quienes vayan dirigiendo la temática de la sesión, algo que, a tenor de lo que nos han contado, agrada y funciona, así que ¡Bien por Azzarello!
Por cierto, la imagen que encabeza esta crónica es del apunte al natural que el gran Sagar Forniés (artistazo y profesor de la Joso) realizó de la conferencia de Brian Azzarello junto a Frank Miller, retratos que, posteriormente, firmaron ambos.