¿Tenéis plan para este sábado? Si es que no, estáis de suerte, y si ya teníais algo previsto os pondré en un dilema al proponeros algo la mar de sugerente: Ir a las 11 de la mañana a la FNAC Triangle, recoger una libreta y un bolígrafo que os entregarán y perderse por una serie de localizaciones de Barcelona a lo largo del día para poder retratarlas tranquilamente, disfrutando de un refresco, tu reproductor de mp3 o la compañía de tus amigos u otros dibujantes, y con la técnica que prefieras. Al acabar la jornada, entregas la libreta y puedes ganar uno de los tres premiazos a los que optan el mejor reportaje, el mejor dibujo y la mejor colección de apuntes.
La experiencia está fenomenal, más si, encima, te haces con alguno de los galardones, y la prueba más evidente de ello es que edición tras edición el número de concursantes va en aumento. Y no solo nuevos, sino que muchos son repetidores de las tres anteriores.
Por ello, y como las bases y toda la información relativa al concurso podéis encontrarla en este enlace, os traemos un pequeño cuestionario que hemos hecho a uno de los tres ganadores del último Concurso de dibujo urbao en libreta FNAC-Joso-Zahorí: Fabio Castro, ex alumno de l’Escola Joso. ¡No perdáis detalle de lo que dice, ya que suelta más de un consejo que será de ayuda a todos los que -además de pasárselo bien- aspiren a ganar esta cuarta edición!
D.: Antes de nada; ¿Vas a participar también este año? Porque si es así, el resto ya puede ir calentando manos y bolígrafos.
F. C.: ¡Jajajaja! ¡Sí! Llevo dos años participando. Sólo me perdí la primera edición. Lo de concursar me gusta, lo reconozco, y más cuando hay una competencia tan rica y sana como la de este concurso. Sin embargo, he descubierto que los mejores retos están dentro de uno mismo. Por ejemplo, el primer año que me presenté no conseguí presentar dibujos acabados de todas las localizaciones. Me lo pasé bien, pero estaba muy verde y acabé agotado. Así que mi reto el año pasado era completar cinco ilustraciones acabadas, una por cada localización, y terminé muy satisfecho por lograrlo. Luego, el premio se agradece, pero no lo esperaba y no me hubiera importado no llevármelo.
Este año el reto es, por un lado, volver a pasármelo bien dibujando y estando con los amigos que participan (esta es la parte fácil) y, por otro lado, que los dibujos que haga sean más sueltos y yo más ágil, que note que he aprendido a lo largo de este año.
D.: ¿Qué aconsejarías a todos aquellos que tienen pensado participar en esta edición?
F. C.: Que disfruten. Que lleven ropa fresca. Y un gorrito o gorra para el Sol. Que sean conscientes de sus tiempos y del que tendremos según el horario e itinerario establecido. Que beban agua. Que dibujen a la sombra cuando se pueda. Que paren para comer. Que tomen un café o un té para aguantar la tarde. Que aprovechen para saludar a los colegas y conocer otros nuevos. Que se les pase entregar la libreta… ¡Jajajaja! (Es broma).
Nada. Sobre todo lo primero. Y que observen mucho lo que dibujan, más aún que dibujarlo, que creo que es la esencia de esta disciplina.
D.: ¿Cómo te iniciaste en el apunte al natural?
F. C.: No sé cuándo exactamente. Quizás fue cuando fui a la Ruta Quetzal, justo hace 10 años. Nos daban un diario que completé y aún conservo, donde hice algunos dibujos en directo. Además, tenía un compañero en mi grupo (Los Naca-Naca) que también vi dibujando alguna vez. Ahora es arquitecto, pero ya por entonces dibujaba de vicio: Eduardo Gayoso. En la segunda parte del viaje también nos acompañó un rutero de una expedición anterior, que ya era un gran artista y que estaba todo el tiempo dibujando en libreta, de una manera magistral: Erick Miraval. Curiosamente después de ese viaje me despisté y dejé de dibujar unos años, pero me acabé percatando que algo me faltaba. ¡Procesos de la vida!
Justo vine a Barcelona a visitar a un amigo que hice en ese viaje, el ahora Doctor Álvaro Arméndariz, y recuerdo con cariño lo que me gustó volver siendo adulto a esta ciudad llena de gente donde uno pasaba desaprecibido. Me senté en un taburete de una de las entradas de metro de Diagonal a dibujar a los que pasaban. Fue durante esos días donde decidí venirme a esta ciudad a formarme como ilustrador.
D.: ¿Es algo que recomendarías a cualquier dibujante?
F. C.: No sólo se lo recomiendo a cualquier dibujante, si no casi a cualquier persona. Resulta una manera muy enriquecedora de apreciar lo que tenemos a nuestro alrededor y de conectar con ello. Cuando dibujas en libreta tienes que preguntarte qué y cómo es eso que dibujas. Tienes que observarlo y analizarlo, desgranarlo en las partes que tu percepción lo entienda, cuestionarlo, interpretarlo y contarle a tu mano cómo trasladarlo al papel. Y cuanto más dibujas, mejor se comunican mano y mente. Sobre todo cuando uno abandona el miedo escénico, el punto de saber que el resultado no importa tanto como el proceso de estar dibujando ese momento irrepetible y presente. Incluso a veces la concentración hace evadirse de la noción del tiempo y de uno mismo. Yo no sé rezar, pero cuando dibujo en libreta a veces es como si meditara.
D.: ¿Cuáles son tus sitios preferidos de Barcelona para ir libreta y lápiz en mano?
F. C.: Sinceramente, improviso bastante. Dibujo lo que me pasa, lo que me encuentro. Me encanta dibujar en las actuaciones de mi colla de los Castellers de la Sagrada Família, o en conciertos, jams sessions del Raval o esquinas de casas, terrazas de bares, callejuelas, plazoletas, azoteas, gente en el metro… En Barcelona cualquier lugar es perfecto para dibujar, aunque me atrae más dibujar las maneras de vida que sus “atracciones turísticas” (que también forman parte de su maneras de vida, claro).
Llevo tiempo con ganas de ir al muelle a dibujar, ahora que lo pienso.
D.: ¿Edificios, personas o todo en conjunto?
F. C.: Al final me he dado cuenta que lo que más dibujo son personas. Siempre me he sentido interesado por estudiar antropología. Supongo que alguna relación debe haber. Y me fascina contemplar retratos de otras épocas donde no existía la fotografía.
D.: ¿Y la técnica? ¿Bolígrafo, lápiz, tinta, acuarela?
F. C.: Un poco de todo. Últimamente estoy repitiendo más con el rotulador calibrado finito y un pentel gris para tratar las sombras, sin dejar de lado las acuarelas, que quizás sea la técnica que me guste más para acabar los dibujos en libreta. El color hace que los dibujos se terminen de entender aún mejor, trabajando las luces y sombras para dar volumen, y las tonalidades para crear atmósferas. Además cada persona tiene una manera distinta de interpretarlo.
D.: Finalmente, ¿Hay algún artista que invites a seguir para todos los que gustan del apunte al natural?
F. C.: Los que me conocen saben que mi máximo ídolo y maestro en esto es Sagar. También me influyen como referentes y soy muy grupi de Raquel Ródenas, Pau Ferrando, Alfredo Borés…
Y luego me encanta ver la gran diversidad de maneras que hay de hacer arte en libreta, y deleitarme con los dibujos de otros autores como: Manu Mayo, Paula Blumen, Roger Vidal, Gerard Waldo, Mekaeli Eklu-Natey, Carlos Gil, María Pichel, Celia Burgos, Jonatan Alcina, Arturo Redondo, Inma Serrano, David Rendo, Toni Santiago, Miguel Herranz, Santi Sallés, Swasky, Cristina Curto, Lapin, Alex Ferreiro, Lluïsot, Alejandro Santos, Pep Montserrat, Jorge Arranz, Eduardo Vicente, Dani Castro, Pedro Sánchez, Jaillus… otros muchos que me estaré olvidando… y por supuesto, Cesar “Eclecticbox”, que además de un gran ilustrador es una biblioteca virtual excelente de ilustración y sketching.
Y cómo no, también espero encontrarme pronto en algún lugar del mundo viajando y dibujando (tanto él como yo) a Luís Simões.
Para rematar, y, sobre todo, para que veáis que todo es posible a base de esfuerzo y dedicación, os dejamos con el primer sketch que hizo Fabio hace años, junto con el apunte ganador de la pasada edición del concurso. ¡Así que ya sabéis, este sábado tenéis una ocasión inmejorable para iniciaros o practicar con el apunte al natural de la mano del Concurso de dibujo urbano en libreta FNAC-Joso-Zahorí!
