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Rubén del Rincón y Man: El Boxeador [Entrevista]

Vale que en estos tiempos la mayoría no andamos sobrados ni siquiera de calderilla, pero hurgando un poco en el bolsillo o privándonos de algún gasto superfluo os puedo asegurar que invertir de seis euros para arriba en un proyecto como El Boxeador es hacerse un bien a uno mismo y al mundo del cómic en  general.

Que la autoría de dos fieras del lápiz como Man (Manolo Carot) y Rubén del Rincón ya debería ser justificación suficiente, pero es que, además, nos encontramos ante una propuesta que, más allá del dichoso márketing, hace justicia a conceptos como originalidad o amor al arte: una historia dual que puede leerse (o deshojarse) en ambos sentidos, ya que contiene el final en pleno corazón del libro. Dos boxeadores, Rafa, apadrinado por Rubén, y Héctor, por Man, y mediante dos tintas, negra y roja, se abrirán paso hacia una conclusión compartida, pero que puede cambiar completamente según la visión que decidamos leer en primer lugar, lo cual nos asegura un disfrute por partida doble.

Pero, como os decía al mencionar el concepto de amor al arte, el goce no será exclusiva del lector; Carot y Del Rincón, quienes hacen del dibujo una pasión, se han embarcado en el crowfunding de El Boxeador sin beneficio económico alguno. Sí, tal y como lo leéis: crear por el simple placer de hacerlo, en un momento en que a más de uno le parecería una locura trabajar sin remuneración contante y sonante, lo cual es para quitare el sombrero o, como mínimo, para echar un vistazo tanto al proyecto que nos presentan como a la entrevista que nos han concedido y en la que nos hablan sobre El Boxeador y, dado lo llamativo de la propuesta y a que ambos han sido alumnos y profesores de l’Escola Joso, de ellos mismos.

Sobre El Boxeador, podéis encontrar todo lo relativo al proyecto y al crowfunding en la página oficial de éste, así como una docena de páginas de muestra de cada una de las historias, y con respecto a la entrevista, solo tenéis que seguir leyendo:

David: Empecemos por el orígen; ¿Cómo surgió la idea de El boxeador?

Rubén del Rincón: Con Manolo siempre charlábamos sobre deportes de contacto, ya que ambos los practicábamos, y decidimos que sería buena idea recrear una especie de combate entre los dos como autores, llevando al límite la dualidad de un combate de dos boxeadores. De ese modo, apoyando cada uno a un personaje igualábamos la balanza de cara al lector sin que supiese quién era el favorito, como en otras historias sucede. Así que lo que queremos es…¡dar espectáculo!

D.: Ambos tenéis sobrada experiencia como dibujantes y como guionistas. ¿Esto ha supuesto una ventaja a la hora de trabajar o habéis tenido que acotar, de un modo u otro, el área de cada uno? ¿Os habéis repartido roles o prioridades, o es un mano a mano tanto en el guión como en el dibujo?

R. d. R.: Es totalmente un mano a mano. Lo único que hemos acotado o basado en una buena estructura es el guion. La ejecución de escenas, páginas y tempo queda totalmente libre para la parte creativa de nuestro boxeador.

Man: Igualdad de condiciones absoluta. Esa era una de las premisas del libro. Teníamos que estar encima del ring artístico sin escalafones. Cara a cara. Esto es parte del plan maestro, el plan que nos permite crear dos historias con dos protagonista antagónicos pero con los mismo objetivos.

D.: En Man es habitual encontrar algunas referencias a deportes y el combate en sus obras (Kung Fu Kiyo o el parkour de Saltando al vacío), pero no en las de Rubén. ¿Cómo ha sido la inmersión en el mundo del boxeo?

R. d. R.: Yo había practicado muchos años artes marciales, y la verdad es que no quería hacer boxeo. Ocurrió que como desapareció mi clase habitual, no me quedo mas remedio que probarlo para poder seguir entrenando, ya que solo quedaba esa clase… Lo probé a regañadientes. Pero sucedió que me atrajo tanto que acabé practicándolo con buena disposición, y justo en ese punto surgió la idea de hacer el libro.

D.: El Boxeador tendrá dos portadas, ya que se trata de dos historias con un final compartido. ¿Cómo afectará eso a la edición? ¿Una de las dos mitades se leerá en sentido contrario, como en el manga? ¿Narrativamente habéis buscado una armonía o las historias también serán diferentes en ese aspecto?

R. d. R.: Las historias tendrán armonía casi seguro, puesto que vamos trabajando el uno con el ojo en el otro. Como en un combate de boxeo. La lectura será muy sencilla, como tiene dos principios, uno en cada lado del libro y éste es apaisado (a la italiana) al empezar por cada lado estarás leyendo en el sentido correcto, no habrá que hacer ningún esfuerzo. Simplemente en la mitad te encontraras el THE END de forma rotunda.

M.: además esto le dará un punto irrepetible al libro, porque dependiendo de qué historia escojas para empezar, tendrás un vínculo mas o menos fuerte con un protagonista u otro; no será algo que afecte dramáticamente a la historia ni a su comprensión pero si que le dará un sutil toque personal.

Será divertido ver la reacción de la gente frente a este punto.

Tal y como dicen en la entrevista, el propio boxeo ha sido su principal influencia a la hora de realizar toda la historia.
Tal y como nos comentan Man y Rubén en la entrevista, el propio boxeo ha sido su principal influencia a la hora de realizar toda la historia.

D.: Es inevitable, aunque, por lo general, deseable, que el estilo de dibujo evolucione a lo largo de quince años haciendo cómics, pero también existe cierta presión, por parte de público y editoriales, para que éste sea reconocible y siga cierta homogeneidad. ¿En este aspecto, en El Boxeador os habéis soltado la melena o habéis tenido la suerte de poder hacerlo durante toda vuestra carrera?

R. d. R.: En tu trabajo habitual siempre hay decisiones, gustos, cosas que te empujan a modificar estilo o acabado… Aquí hemos decidido darle la máxima pureza al dibujo, la máxima libertad para ver que llevamos dentro todavía, tras 18 años dándole al lápiz.

M.: Otra regla auto impuesta, teníamos que olvidarnos de todos los consejos de los editores, ¡¡¡Dibujar con la mano libre y el corazón lleno de pasión!!!

Es curioso lo difícil que es, en ocasiones, recordar la sensación que tenias cuando aún no habías alcanzado el sueño de hacer y vivir del cómic. Cuando entras en este mundo, y creo que es extrapolable a todos, empiezan a atenazarte otros miedos, otras inseguridades. Empiezan a decirte lo que funciona y lo que no, lo que esta bien y lo que no, y todos esos consejos son útiles, pero van convirtiendo poco a poco tu idea idea principal en algo mas homogéneo. Así que éste es también un trabajo de romper con eso y recuperar ese espíritu salvaje del friki pintamonas que lo único que quiere hacer es dibujar y contar sus historias por locas que parezcan.

D.: ¿Por qué decidís sacar adelante este proyecto sin editoriales de por medio? Quiero decir, viendo vuestras bibliografías, cuesta imaginarse que no haya editores interesados en publicar con los ojos cerrados un trabajo hecho por un tándem como el vuestro.

R. d. R.:  La verdad es que lo hemos decidido así, sobre todo, por salvaguardar la libertad en todo el proceso. En obviar que haya un protagonista, potenciando la dualidad de ambos autores y personajes, elegir el estilo de acabado que más nos interese y, sobre todo, probar la experiencia de hacer algo muy nuestro e íntimo. Todo ello creémos sinceramente que favorecerá a la experiencia de lectura de aquellos que adquieran el libro, instintivamente pensamos en el lector y en cómo podemos sorprenderle.

M.: Este libro es un experimento, un ejercicio, una apuesta en todos sus sentidos y, cómo no, la autoedición tenía que formar parte del paquete. Es otro campo en el que aprender para poder juzgar con conociendo el trabajo de nuestros editores, y, para empezar, tengo que admitir que es bastante más duro de lo que pensaba.

Una de las páginas de Héctor, a cargo de Man.
Una de las páginas de Héctor, a cargo de Man.

D.: Además, en un principio, el objetivo del crowfunding es cubrir los gastos de producción de El Boxeador, eliminando cualquier ánimo de lucro por vuestra parte, algo nada habitual ya no solo en el mundo del cómic profesional, sino en un contexto de crisis económica, lo cual es muy meritorio. ¿Por qué esta decisión?

R. d. R.: No somos unos tipos codiciosos. ¡Si así fuese, jamás nos hubiesemos dedicado a dibujar cómics, jaja! Y aqui se aplica esta máxima. Queremos que le gente lea el libro, que no sea caro comprarlo. Queremos lectores. para vivir ya tenemos nuestros trabajos habituales… casi siempre.

M.: También queríamos que el crowfunding no fuera muy caro, que fuera asumible. Porque nuestro gran objetivo es sacar este libro adelante. Si hemos conseguido plasmar todo lo que queremos y de la manera que queremos ya nos damos por bien pagados.

Se puede decir que este libro es un tratamiento psicológico y espiritual para nosotros, así como una puerta a posibles mundos editorial. Si no tenemos que pagar nada ya es un buen negocio.

Además, como comenta Rubén, ambos tenemos trabajos que nos sustentan. Yo, actualmente estoy combinando el cómic con mi trabajo como tatuador en la tienda LTW de Barcelona, así que actualmente puedo decir que estoy tratando el cómic como un hobby. Aunque en breve volverá a ser un trabajo, y entonces me quedare sin hobbies…

D.: Respecto al propio crowfunding, éste ya no resulta tan novedoso como hace un par de años, pero aún así sigue siendo un terrorífico desconocido para muchos profesionales. ¿Habéis recibido asesoramiento respecto a esta fórmula de edición?

M.: Hemos contado con la ayuda de varios compañeros así como del equipo de Verkami. Aunque ahora que estamos en el ojo del huracán nos damos cuenta de la cantidad de cosas que podríamos haber hecho de otra manera. Es algo complicado y de difícil control.

D.: Volviendo a El Boxeador. ¿Tiene algún significado especial el hacerlo a dos tintas?

M.: ¡Por supuesto! Sabíamos de antemano que una historia así no podía ser contada con color. El tema no lo pide y la extensión no lo permite. Pero queríamos darle un toque diferenciador, y qué mejor que el rojo. Rojo y negro es una paleta increíble, tiene mucha fuerza, es primitivo y a la vez estiloso.

Además ¿Cómo si no íbamos a hacer los salpicones de sangre?

Una de las páginas de Rafa, por Rubén del Rincón.
Una de las páginas de Rafa, por Rubén del Rincón.

D.: Las páginas de muestra hablan por sí solas. Y si eso no fuera suficiente, lo hacen vuestras trayectorias artísticas. Pero, sólo por si acaso, ¿Qué le diríais a aquel lector que está dudando en hacerse con él?

R. d. R.: Le diríamos que este libro es sobre boxeo, pero no trata solo sobre boxeo, sino sobre la vida de personajes muy diferentes entre sí. Es una história de personajes y de superación personal, justamente ese tipo de historia que siempre nos ha gustado a todos. Además de todo ello, es lo mas parecido a un combate entre dos autores y, sin duda, la historia saldrá beneficiada del choque.

M.: Que hay muchos cómics por comprar, muchas novedades y reediciones increíbles que inundan las librerías, pero no hay muchos cómics como éste que, para bien o para mal, es algo diferente. Tal vez no cambiemos el mundo -seguro que no lo haremos-, pero podemos asegurar que este cómic no te dejará indiferente.

D.: Imagino que El Boxeador también tendrá influencias ajenas a vuestros anteriores trabajos. ¿Cuáles son?

R. d. R.: La mayor influencia ha sido practicar el boxeo. En el caso de Manolo aún lo practica, en el mío fue la etapa más breve, y hace tiempo que no he vuelto. Pero antes de arrancar en serio con el libro, hicimos un entrenamiento con combate incluido entre ambos para medirnos las costillas.

D.: Y hablando un poco de vosotros, más a nivel personal, ¿Cómo recordáis vuestro paso, tanto como alumnos como profesores por l’Escola Joso? ¿Y vuestros inicios en el mundo del cómic?

R. d. R.: A mí como ex-alumno me pareció que la escuela es como un buen gimnasio. Todo el que allí se aplica y aprovecha los entrenamientos acaba saliendo hecho un profesional, y algunos, los más duros e insistentes, aspirantes al título. Como profesor de ilustración en ella, me doy cuenta de que hoy en día sigue siendo así, o incluso se ha profesionalizado aun más.

M.: Mi recuerdo es la pasión y la ilusión. Los sentimientos de quien se embarca en un viaje sin garantías, rodeado de compañeros.

Siempre tiro de esos recuerdos cuando olvido mi camino.

Héctor, el portento y sempiterno ganador.
Héctor, el portento y sempiterno ganador.

D.: ¿En el aspecto profesional, qué os exigís a vosotros mismos para ser buenos artistas?

R. d. R.: Yo, como decía Munuera, me conformo con ser un buen artesano y que las cosas sean como deben ser, con sus dosis de honestidad, su técnica y su espontaneidad. Pero lo más importante es creer en lo que estoy haciendo.

M.: Mejorar. Para mi es importante ver que el paso que estoy dando es mejor que el anterior. No tiene que ser mejor técnicamente, pero si globalmente. El concepto, la intención, la fuerza. Es complicado, porque de esta manera siempre te enfrentas a momentos difíciles donde nada sale, pero la recompensa bien lo vale.

Ahora no se como voy seguir haciéndolo cuando acabe este Boxeador.

D.: ¿El mejor consejo recibido al respecto?

M.: Un profesor, cuyo nombre no recuerdo, me dijo que las oportunidades nunca vendrían a buscarte. En la línea de la frase de Picasso de que la inspiración te pille trabajando.

Y de una profesora de lengua que tenía el sueño frustrado de ser fotógrafa, que me dijo que pasara lo que pasara siempre persiguiera mis anhelos.

R. d. R.: A mi me gusta uno que dijo Sempere una vez. Cuando ya lo tengas todo listo, dale una vuelta de tuerca mas. Siempre una vuelta de más.

Rojo y negro, es el reto cromático al que se han enfrentado Del Rincón y Carot en El Boxeador.
Rojo y negro, es el reto cromático al que se han enfrentado Del Rincón y Carot en El Boxeador.

D.: ¿Cómo os  veis dentro de otros quince años de carrera? ¿Más apuestas como El Boxeador en mente?

R. d. R.:  Yo, con tener la fortaleza espiritual de ahora, me veo en el mercado de autores todavía. Pero como flaquée un ápice mi maltrecho espíritu, no lo tengo tan claro,¡Jaja!

M.: Quien dirá, tal vez estemos todos combatiendo una horda zombie.

D.: Bueno, no sé si habrá quedado algo por añadir, pero por mi parte quedo más que satisfecho con vuestras respuestas y, al mismo tiempo, impaciente por ver el resultado final de un proyecto que pinta fenomenal. Así que si queréis decir algo más a los lectores, ésta es la vuestra.

M.:  Que muchos ánimos a todos los estudiantes de Joso en partícular y dibujantes, guionistas de cómic noveles en general, que estáis al principio de un camino duro pero apasionante. Recordad, no perdáis nunca la pasión.

R. d. R.: Solo que para quien quiera saber más detalles del proyecto, además de adquirir el libro, en la página de Verkami estan clarificadas todas nuestras intenciones y, por si fuese poco, hay 12 páginas listas para leer y juzgar si se hace interesante o no el libro… ¡Un placer y espero veros al otro lado!

Así que ya sabéis, desde l’Escola Joso os animamos a participar en la creación de El Boxeador, que si la obra vale la pena, las recompensas para todos los mecenas no se quedan atrás. Además, todo un impresionante plantel de reputados artistas (y más de un profesor de la casa) como Daniel Acuña, Munuera, Oscar Martin, Jordi Lafebre, Tirso Cons o Toledano están mostrado su apoyo a la iniciativa con una serie de ilustraciones de Héctor y Rafa que, de alcanzarse los 10.000 euros, se recopilarán en una edición especial.

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