Jandro González es nuestro profesor de Ilustración y Art Gràfic en Escola Joso. Nacido en Valencia, lugar donde estudió Bellas Artes, y afincado en Barcelona desde hace 6 años. Se ha encargado de ilustrar una primera novela gráfica La Vampira de Barcelona, editada por Normal Editorial, junto a dos exalumnos más de Escola Joso, Iván Ledesma y Miguel Ángel Parra, quienes se han encargado de realizar el guión. Recientemente, la obra ha sido galardonada con el Premio Golden Liefelds en la categoría de “Mejor obra española”.
Todas las ciudades tienen una leyenda macabra. Y Barcelona no podía ser menos. La novela gráfica se centra en la leyenda de la que quizá sea la vecina más famosa que haya tenido el barrio del Raval: Enriqueta Martí. Quizá esta historia se asemeje a la de Jack ‘El Destripador’ de Londres, pero resulta mucho más escalofriante, pues también es una historia verídica que salió publicada en numerosos diarios nacionales e internacionales de la época. En la actual calle Joaquín Costa, hacía el año 1912, vivía Enriqueta Martí Ripollet. Una mujer de aspecto siniestro y una capa oscura que secuestraba a los niños de entre 5 y 10 años. Por la noche, sin embargo, ejercía la prostitución como modus vivendi. No sólo establecía encuentros sexuales entre los niños y gente de clase alta, sino que después los mataba y les extraía la sangre y las grasas porque, según ella, tenían fines curativos. Su personalidad atípica y siniestra la convirtió en la principal sospechosa de las más de 25 desapariciones. Este caso nunca llegó a esclarecerse porque Enriqueta murió en prisión pocos días antes de ser juzgada en la Audiencia Nacional pero como leyenda quedó su apodo: La Vampira de Barcelona.
E.J. ¿En qué momento te incorporas al proyecto de hacer una novela gráfica de una de las leyendas urbanas más aterradoras de Barcelona?
J.G. El proyecto surge hace dos años. Había participado en concursos de cómic y me fue bien porque gané algunos. Entonces, yo quería lanzarme a hacer algo que fuera un poco más largo ya que en los concursos normalmente siempre haces solo cómic de cuatro páginas. Como esta historia me gustaba mucho y ya la conocía cuando vine a vivir a Barcelona, quise hacer un cómic sobre la historia. Hice varias versiones y lo estuve moviendo por diferentes editoriales pero no tuve mucha suerte. Entonces, fui a Norma Editorial y el editor que había antes me dijo que ellos ya estaban trabajando en un cómic sobre esta historia. Pero era un proyecto que tenían a medias y aparcado. Hasta que un día me llamó un amigo y me dijo que al final la editorial había decidido tirarlo hacía adelante. Ahí primero me desanimé porque pensé que ninguna otra editorial querría ya mi proyecto de la misma historia y, entonces, este mismo amigo mío, que le habían contactado para hacer pruebas de dibujante y no podía hacer el proyecto en ese momento, les recomendó que contactaran conmigo porque él ya sabía que yo estaba haciendo un cómic sobre la vampira de Barcelona. Finalmente, Norma Editorial me propuso hacer una prueba con el guión de ellos que ya habían seleccionado previamente de David de Parra e Iván Ledesma. Les gustó mi trabajo y me eligieron a mí. Así que fue como la unión de dos proyectos paralelos confluyeron al final.
Norma Editorial me propuso hacer una prueba con el guión de ellos que ya habían seleccionado previamente de David de Parra e Iván Ledesma.
E.J. Has mencionado anteriormente que ya conocías la historia de Enriqueta Martí ¿De esta historia que era lo que más te atraía?
J.G. Me gustaba sobre todo la estética ambientada en el siglo XX. Para temas de asesinos si lo ambientas en una estética victoriana de principios del siglo XX normalmente suele funcionar muy bien como “Jack el Destripador”, que atraen no solo por las historias y los crímenes que realizaron sino por la época en las que están ambientados. Y que fuera Barcelona y ambientada en esta época me atrajo mucho. Además, otro de los factores que me gustó mucho fuese que la protagonista fuera una mujer.
E.J. ¿Cómo os habéis documentado para dar forma a esta interesante novela gráfica?
J.G. Lo primero que hice fue tirar de internet para buscar información aunque la información que hay no es muy fiable. Entonces Miguel Ángel Parra, Iván Ledesma y yo investigamos cada uno por separado. Yo concretamente fui mucho al Arxiu Històric de la ciudad que se encuentra en la Plaza de la Catedral. Es tan sencillo como pedir los periódicos desde enero de 1912 y comenzar a leer las noticias sobre el caso.
E.J. ¿Te has paseado por los lugares del Raval de esta leyenda macabra?
J.G. Sí e incluso he estado en casa de Enriqueta. No he entrado dentro porque vive una señora que, además, le han molestado hasta la saciedad. La verdad que me ha servido para recrear los escenarios. Por ejemplo, en el cómic reflejo una escena de los policías que entran en la casa. Yo mismo estuve en el rellano e hice fotos del rellano donde se encuentra su piso. Es todo muy angosto, muy pequeño porque es un piso del Raval antiguo y la verdad es que estando allí te da hasta claustrofobia. Además, las puertas allí son más bajas. Luego también en el Palacio de Justicia también he estado que sale mucho en el cómic.
E.J. Para crear al personaje de Enriqueta Martí como vemos en el cómic. ¿Cómo fue el proceso de creación? ¿Crees que has conseguido darle cara a uno de los personajes más tenebrosos de la leyenda negra de Barcelona?
J.G. No sé si he dado con la clave de cómo era el personaje pero si algo he conseguido. Creo que se nota que me he basado en las fotos que hay de ella en las que se le ve la cara pero también si te fijas, es un personaje que es muy distinto a todos los demás. He intentado que tenga algo que la diferencie del resto de personajes. Siendo un cómic que no habla sobre vampirismo, ni magia ni nada, he intentado que ella tenga una pinta un poco sobrenatural. A lo largo de la historia se va volviendo más loca y se va transmutando. De hecho, el diseño de ella es lo más cercano al manga. Todos los demás son diseños más cómic europeo.
E.J. ¿Por qué le has puesto esa influencia del manga?
J.G. Porque le doto de unos rasgos como muy exagerados y muy manieristas. Como no es una vampira realmente puede recordar un poco a la estética vampírica.
E.J. ¿Cuál ha sido una de tus máximas dificultades que se han planteado al realizar este cómic?
J.G. La verdad que la máxima dificultad es poder sacarlo a tiempo. En realidad, trabajar para el mercado español resulta demasiado difícil para vivir del cómic. Ojalá el mercado en España gozara de buena salud y uno se pudiera dedicar exclusivamente a dibujar.
E.J. ¿Resulta más difícil o menos difícil para ti realizar un cómic basado en un hecho real que en una ficción?
J.G. A mí me hacía ilusión trabajar en un proyecto que estuviera basado en un hecho real. Siempre le otorga al cómic un cáliz de grandiosidad y, a la vez, es muy divertido el proceso de documentación.
E.J. Háblame del estilo que has empleado para ilustrar este cómic (tonalidades, trazo, etc.) ¿Por qué te has decantado por este estilo para plasmar la historia?
J.G. El estilo de La Vampira de Barcelona es el que yo suelo hacer. Normalmente cuando les dices a la gente que estás haciendo un cómic de la Vampira de Barcelona o un cómic de esta historia, mucha gente se imaginaba un trabajo en blanco y negro, con mucha mancha. Pero el guión en sí pretendía ser menos amarillista que la prensa de la época y centrarse más que en lo que realmente pudo suceder. Así que yo lo que pretendía era hacer algo contrario a lo que todo el mundo esperaba. De algo muy oscuro, tenebroso hacerlo con una estética y un trazo mucho más limpio.
E.J. El juego con el color es un aspecto importante a la hora de ilustrar la temporalidad de la narración ¿Por qué el uso de diferente color en los flaixbacks?
J.G. Yo quería que el cómic tuviera una tonalidad en marrón por aquello de darle un aspecto de antiguo y que recordara al lector que esto es una historia de hace más de 100 años. Para hacer los flaixbacks decidí hacer lo contrario y utilizar tonos azules y grises. Creo que estéticamente el uso de los flaixbacks es de lo que mejor funciona en el mundo del cómic.
E.J. ¿Cuáles son tus influencias a la hora de dibujar cómic?
J.G. Todo el mundo. Lo que me pasa a mí es que cada vez más me van gustando más los dibujantes españoles. Yo tengo mucha influencia de Paco Roca porque era el mejor dibujante en Valencia y luego, una vez me instalé en Barcelona, fue cuando descubrí nueva gente. Me gusta mucho Juanjo Guarnido y creo que se nota bastante la influencia de Jordi Lafebre que fue mi profe aquí en Escola Joso o Roger Ibañez que es un dibujante espectacular. También he conocido la parte más artística que tienen algunos dibujantes como Jordi Pastor y del talento femenino me quedo con Belén Ortega y Natacha Bustos.
E.J. ¿Qué significa para ti trabajar en Escola Joso?
J.G. Para mí ha sido todo. No solo en la estabilidad económica sino también para mí es un honor porque intento estar a la altura ya que yo fui en su día un alumno aquí. Considero que tuve muy grandes profesores y grandes referentes y por eso yo quiero tener el objetivo que ellos reciban de mí la misma profesionalidad. Siempre le voy a agradecer a Josep María Polls que me ofreciera la posibilidad de trabajar aquí.
E.J. Es tu primer cómic largo y publicado por una gran editorial ¿Qué sientes cuando lo ves en tus manos?
J.G. Esto me lo han preguntado también los alumnos. La verdad que en casa no lo miro porque lo que quiero ahora es que lo disfrute la gente. De hecho, yo ahora estoy totalmente pensando en el proyecto que estoy haciendo para Francia porque es el centro de mis preocupaciones. Pero, en definitiva, este cómic ya me ha dado todas las satisfacciones que no me imaginaba, como trabajar en la escuela, la visibilidad en Francia de mi trabajo y contactar conmigo y darme trabajo. No puedo pedir más.
E.J. ¿Qué le recomendarías a uno de tus alumnos si se le presenta la oportunidad de ilustrar su primer cómic?
J.G. Mi consejo principal es que curren mucho. El que más cosas consigue o más lejos llega no es porque sea más bueno o más malo sino es porque trabaja mucho. Las cosas se consiguen a base de constancia. Además, luego hay que ser muy pesado y estar continuamente en contacto con las editoriales presentando tus proyectos para que acaben conociéndote. En definitiva, yo recomiendo que vayan a por todas en esta profesión y que todos los esfuerzos los inviertan en esto, más allá de un simple hobby.